La Educación y la igualdad de oportunidades

La Educación y la igualdad de oportunidades
El pasado sábado tuve la oportunidad de asistir a un foro sobre la "Igualdad de oportunidades" en el ámbito de la educación. Entre los asistentes a este debate se encontraban Ángel Gabilondo Pujol, Ministro de Educación entre 2009 y 2011; y Luciano Alonso, Consejero de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. Este coloquio fue un acto dentro del Congreso Regional Extraordinario del PSOE de Andalucía.
El ex Ministro Ángel Gabilondo, mostró su rechazo a la recién aprobada ley de Educación (LOMCE). Gabilondo defiende una educación de calidad vinculada a la equidad para evitar la discriminación, es decir, la educación como un bien público, no del gobierno sino de cada uno de los ciudadanos. Una educación para todos y para todas que establezca la igualdad de oportunidades. Cabe recordar que Ángel Gabilondo estuvo a punto de aprobar su ley de educación, la LOE, con el consenso del mayor partido de la oposición, algo que jamás se ha producido aun en la historia democrática española. Por ello, el ministro defiende que la elaboración de este ley deber ser algo cooperativo, consensuado con toda la comunidad educativa. El fracaso y el abandono escolar no se solucionan simplemente cambiando la ley. No hay que ser simplista, todo es mucho más complejo. Cambiando la ley no se cambia el país, y menos dejando fuera a los estudiantes y a los profesores, Gabilondo defiende que debe haber consenso. También destacó la importancia de una estabilidad normativa poniendo como ejemplo  a Finlandia. El país escandinavo (siempre el primero en los rankings e informes sobre educación a nivel internacional) puede presumir de sistema educativo porque tiene una ley de educación que lleva más de veinte años implementada, la cual van mejorando y evaluando. Gabilondo confía en que si hay consenso, existirá estabilidad educativa.
 
Se le preguntó al ministro en este foro si era la LOMCE una ley meramente ideológica. El ministro respondió que en la elaboración de una ley de educación es esencial seguir un modelo de participación en su creación, que se trate de un modelo flexible en el que nadie quede fuera. Un modelo en el que "Educación para la Ciudadanía" sea fundamental, la asignatura de religión no sea evaluable, los procesos de formación no conduzcan a reorientar hacia unos caminos que no sean reversibles, y sea un modelo financiero compensatorio, en el que si suben las tasas no se bajen becas.
Sobre la asignatura de religión, se preguntó al ministro por que no habían sido capaces de quitarla completamente de las aulas. Gabilondo cree que hay que denunciar y revisar el concordato con la Santa Sede. Es necesario un debate con toda serenidad sobre el laicismo en este país. Laicismo (tolerancia y respeto a las creencias de los demás) y no anticlericalismo. De acuerdo con el exministro, en este país no se dan clases de religión, en las aulas no se habla sobre la historia de las religiones, sino que se trata de clases de catolicismo y catequesis; y estamos en un país aconfesional y multicultural. Este no es en absoluto el camino a seguir y según el ministro, el último arreglo en este aspecto en la nueva ley lo empeora.
 
Como conclusión de este encuentro con Ángel Gabilondo, me quedaría con la contundente afirmación del ministro de que nada ha hecho más por este país que la educación.