En esta semana nos hemos encontrado con dos noticias destacadas a nivel educativo. Por un lado, el gobierno va a suprimir las ayudas para la compra de libros de texto. Pasaremos de 20 millones de euros en 2013, a 1,4 millones en 2014. La financiación de este tipo de becas dependerá ahora de las comunidades autónomas. Se trata de un nuevo recorte educativo del ejecutivo de Mariano Rajoy, que ha recortado esta partida un 80% en los dos últimos años.
Mientras Educación decide acabar con las becas para libros, el PP ha aceptado una enmienda de UPN en el Senado que permitirá volver a solicitar subvenciones a los centro privados educativos que diferencian a sus alumnos por sexos y que se les denegó en el año 2013. Se trata de una medida que beneficiará a centros concertados de Asturias y Andalucía, donde se denegaron conciertos a una docena de colegios. Según el PP, esta propuesta da solución a estos centros a los que de una manera "poco razonable" se les quitó el concierto, y destaca que en la nueva ley queda perfectamente claro que se puede concertar colegios de educación diferenciada siempre que se ajusten al tratado de la UNESCO, que define cuando no hay discriminación. En España hasta el momento los únicos centros que han aplicado medidas de segregación por sexo son colegios privados católicos, y el hecho de que ahora dispongan de subvenciones públicas es una vieja reivindicación de la jerarquía eclesiástica.
Sorprende esta medida cuando el Tribunal Supremo ya ha emitido seis sentencias en las que avala la decisión de la Junta de Andalucía de no subvencionar a los centros que segregan a sus alumnos por sexos. El Alto Tribunal recordaba en estas sentencias que "nadie pone en duda la legitimidad del sistema de eduación diferenciado", otra cosa es que sea posible que estos centros "puedan tener la condición de concertados con fondos públicos, cuando expresamente en el régimen de admisión de alumnos se prohíbe la discriminación por razón de sexo".
Está claro que la segregación por sexos es una medida meramente ideológica que no aporta nada positivo a la educación de los alumnos. La prestigiosa revista americana 'Science' lo corrobora en un estudio publicado en 2011. Esta publicación reconoce que la segregación por sexos en la educación aumenta los estereotipos de géneros y legitimiza el sexismo institucional. Los autores del estudio dicen que los resultados se pueden extrapolar perfectamente a nuestro país.
Tenemos por tanto un gobierno que prefiere retirar las ayudas públicas para comprar libros de texto, algo fundamental para el desarrollo de la educación de nuestros alumnos; pero decide subvencionar la segregación de sexos, algo que según los expertos no sirve absolutamente para nada.